Caracas, miércoles 21 de julio, 1999 ¿Venezuela rumbo al cosmos? Ernesto Ecarri Hung PROMOTORES DEL PROYECTO de ingeniería avanzada para la instalación de una base aereoespacial, asesorada por la NASA, aseguran que su efecto sobre el ambiente se ubica dentro de los parámetros del desarrollo sustentable El Ariane 5 despega de la base de Cayena
Caracas.- El impacto ambiental de una estación aeroespacial en tierras venezolanas sería "menor que el de la industria petrolera, porque no hay desechos, no hay una fosa que alimentar". Su presencia se haría sentir, sobre todo, en el momento de abrirse terreno y durante las necesarias combustiones. La noticia de que 34 empresas, suplidoras de la NASA, están interesadas en venir a Venezuela y consorciarse en torno a un desarrollo de alta ingeniería despertó múltiples interrogantes. Andrés Tremante, de la Fundación de Investigación y Desarrollo (Funindes) de la Universidad Simón Bolívar (USB) - organización con la cual los inversionistas hicieron sus contactos iniciales - se ocupó de disipar ciertos temores. Aclaró que su incidencia sobre el medio sería similar al de una hidroeléctrica, pues como ésta obligatoriamente modificará su entorno, pero "no involucra manejo nuclear, se limita a ingeniería convencional de avanzada". Vendría a competir con el centro situado en la Guyana Francesa (Ariane-5), con posibilidades de lograr avances en servicios y productos biomédicos, químicos, comunicacionales y satelitales. Venezuela promete especialmente como productor de aleaciones resistentes en condiciones hostiles, elevada temperatura e igual presión. "Se me pierde el horizonte en una maraña de cabos atados uno detrás de otro...Es una industria tan o más grande que la petrolera", adelantó. Tremante aseguró que Funindes - como cara comercial de la USB- está en "condiciones de colocar todas las posibilidades que la Universidad tiene, laboratorios y equipos, a su servicio". Y por supuesto, una alta cuota del recursos humano demandado. No vendrán militares Venezuelan American Pertnership es una Cámara Binacional Texas-Venezuela que se ha encargado de promover la integración con algunas de las 200 empresas alrededor de la NASA. "Es importante que se sepa de Venezuela, destaca Yrama Román, porque las noticias que llegan no siempre son favorables". Sin embargo, los recursos naturales, humanos y académicos del país, así como su ubicación geográfica le favorecen. "El interés de allá para acá existe, es cuestión de que nos den fecha en Venezuela", expresó con respecto a los encuentros que permitirán la interacción entre los empresarios de Houston y el Gobierno Nacional, cuyo canciller José Vicente Rangel servirá de intermediario para la presentación oficial del proyecto. Aseguró que "los estudios dan que este es el país ideal para establecer un emporio tecnológico de punta". En opinión de esta venezolana norteamericana, con residencia compartida, "el país debe facilitar que esto se ejecute porque eso significaría salir de la dependencia del negocio petrolero, la oportunidad de hacer realidad una necesidad imperativa". En ámbitos gubernamentales, la posibilidad de que un proyecto aeroespacial en suelo nacional cayó como una primicia. A primera vista, Manuel Martínez, presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicit), expresó que "eso hay que analizarlo y ver de qué manera nos beneficia o no". Sería el Conicit - órgano rector de la ciencia y tecnología- el que se encargaría de recibir la propuesta formal y estudiarla, de ser necesario con la asesoría de naciones que ya han tenido experiencias similares. Después de Houston Marte En el mes de octubre se realizará un evento en Houston en el que se presentarán las virtudes que ofrece Venezuela para este tipo de iniciativas resaltando el recurso humano, el parque tecnológico de instituciones como la Simón Bolívar y los recursos naturales del país. "Desde el 11 de octubre estará una misión venezolana mostrando las bondades del país a la comunidad empresarial de Houston. Estarán representantes de las empresas dedicadas al área espacial, tecnología y biomedicina". Si el negocio se concreta, Venezuela podría servir de plataforma de lanzamiento para el próximo viaje a la luna e incluso para una futura expedición a Marte.
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